Al ver las publicaciones de Kiara, quien sigue esperando acogida o adopción, muchos nos habéis preguntado por Nala, la otra perrita de Pablo. Nala se queda para siempre en la casa que la acogió al irse Pablo. Hay gente que lo llama química, otros energía, algo fluyó desde el primer momento y se sentía una conexión especial entre ellas, entre Nala y Aida. Aida no buscaba ampliar la familia, solo ayudar, sin desde el minuto cero algo caló profundo. O simplemente el cosmos se alineó.
Nala es una perra feliz, bueno cualquiera lo sería paseando por donde ella pasea, pero también porque es entendida, querida y respetada, y a nosotros nos encanta oír a Aida hablar de ella, y ¡cómo se le iluminan los ojillos en esos momentos!