Edad dorada para nuestros mayores
Nos estamos, diríase, especializando en tener abuelitas y abuelitos adorables y juveniles. Seguramente porque cuando las cosas se tuercen y hay que encontrar un nuevo hogar para los animales, si son jóvenes surge un primo vecino conocido compañero de trabajo del cuñado que se lo queda, pero cuando pasan la barrera de los diez años el silencio rodea. Siempre hemos tenido una cierta gran debilidad por los mayores, humanos y no humanos; son etapas de la vida donde se pide solo lo esencial y con lo básico se es feliz: compañía, atención y cariño. Pero en muchas ocasiones dependemos de que alguien nos lo de. Nuestra tercera edad (Goldy, Bella, Sofi, Muñeca, Yako, Eva, Sonia, Blanquita, Shakira, Brandy, Vera, Ringo, Nora, Mikel, Limbo) espera a ese alguien. Algunos están en acogida pero otros están en cheniles en FEEL, robando juegos y caricias siempre que pueden, soñando con un hogar el resto del tiempo.
¿Y si te animas a venir a conocerles? Dar un paseito, sentarte a contarle tus cuitas, que si un cepillado por aquí, que si te rasco la barriga, anda se me ha dormido en el regazo….
TODA TU AYUDA REPERCUTE EN SU EDAD DORADA