Odín, en familia

Una historia que nos iba a quedar algo sombría, al final va y nos alegra la semana.

Sabéis que hacemos acogidas temporales de animales de personas en situación de vulnerabilidad cuando existe un fuerte vínculo entre ellos. Este vínculo es difícil de medir, de calibrar, y alguna vez, resulta que es menos importante de lo que nosotras o la persona pensábamos, o quizás las circunstancias se agravan y desbordan. La razón no la sabemos pero son casos en los que la persona desaparece del mapa, no vuelve a preguntar o a interesarse por su compañero. Donde creíamos que había algo fuerte, queda nada. Ha sido el caso de Odín, llegó a FEEL para tres meses por la situación drástica de su humano, y tras los diez primeros días en los que parecía que las cosas mejoraban, no hemos vuelto a recibir respuesta por su parte. Os íbamos a presentar a Odín, un perrazo en todos los sentidos, pero ya no hace falta, ayer una super familia, también en todos los sentidos, decidió hacerle un hueco en su hogar, un graaan hueco, ¡que si no no cabe! Gracias familia por cambiar el rumbo de la historia.